domingo, 20 de septiembre de 2015

Un atril en el cementerio

Cada vez que llego a la tumba de mi papá y no veo el recipiente de barro donde se ponen las flores o el atril para sostenerlo simplemente no puedo creer que clase de gente va al cementerio... o si, son los varios que manejan mal en las calles, o los que se colean, o muchos que nos gobiernan, esos que en su mayoría no cumplen las reglas.

Una de las cosas más bajas en la vida me parece que es robar cosas de una tumba, para mi es de una de las peores faltas de respeto, no solo para el muerto si no para el que le lleva sus flores, cada quien tiene su creencia y el momento de ir visitar los restos de un ser querido es algo muy íntimo de los familiares y amigos quienes no deberían pasar por desagradable incidente.

Ayer fui testigo como una señora de tercera edad, le indicaba a una niña -posiblemente su nieta- que agarrara el atril de una de las tumbas cercanas, y me pregunto que clase de valores le están enseñando a la pobre criatura. Luego se quejan que los jóvenes de ahora no tienen respeto por nada, pero cómo van a tenerlo si son los mismos mayores los que inculcan esa "viveza criolla", ese "quítate tu pa´ poneme yo", de nada sirve quejarse si desde casa no empezamos dando el ejemplo.

Pues nada, mientras seguiré tratando de tener unos recipientes y atriles de más, con la tristeza que no hay respeto ni en el cementerio.

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