domingo, 1 de marzo de 2009

Aquella vez en Choroní


Siempre oí a la gente hablar de la “magia” de Choroni pero la verdad a mi no me gustó, no sé si era la peste perenne que tenía en aquel tiempo, sin embargo no puedo negar que me divertí mucho y que tengo interesantes recuerdos del viaje.

Lo primero que me di cuenta es que casi todos los habitantes con los que conversamos eran chavistas, por ejemplo el señor del peñero contaba que estaban felices porque en Chuao les estaban arreglando la vía y les habían puesto un autobús, con orgullo nos decía como José Vicente Rangel y Diosdado Cabello habían ido personalmente hacer entrega del vehículo. La vía a pesar de ser nueva ya tenía algunos huecos, el autobús no era nuevo, tenía sus “pelaos” y desperfectos, pero esa gente sintió que por primera vez los estaban tomando en cuenta.

Fuimos a Chuao por la fama del Cacao que se produce allí  y decidimos hacerlo caminando. Fue un trayecto de una hora con unas “cholas” de bambú que me sacaron ampollas, este esfuerzo se vio recompensado al oir por primera vez “10 millones de votos por el buche” la popular canción servía para animar la organización de un cumpleaños con la temática chavista, desde ese momento nuestra capacidad de asombro no tuvo límites. Como llegamos al mediodía casi nada estaba abierto, no pudimos entrar a la iglesia ni al museo, pude fotografiar un anuncio y basamentos de un puesto de comida.






Regresamos al pueblo de Choroní y encontré otro anuncio y la virgen y el niño más raros que he visto en una iglesia.






En la noche me sentí peor incluso me dio fiebre, sin embargo fui a ver los tambores y conocer el malecón. Esta “visita obligada” para mi no fue la gran cosa.

Igual creo que Choroní es un lugar que se debe conocer porque dice mucho de nuestra Cultura Popular, que se le debe prestar mayor atención y que seguramente se merece algo mejor que una vía y un autobús a medias.